¡Ay, Haití!

Un país paradisíaco + un terremoto = ciudades arrasadas, más de 150.000 muertos y casi 200.000 heridos. Y es ahora cuando entra en juego una ayuda humanitaria (recaudación de fondos para Haití, Organizaciones no gubernamentales volcadas con el país, cientos de ayudas humanitarias, movilizaciones de músicos...). Todo el mundo aportó algo para salvar a Haití.

En verde, todos los países que han ayudado a Haití

Hoy, casi un año después, ¿dónde está toda esa ayuda? ¿Por qué han muerto más de 1400 personas ya a causa del cólera? ¿Por qué esta misma enfermedad sigue propagándose y cada vez a mayor ritmo? ¿Qué les pasa a los haitianos? ¿Por qué son o están tan reacios, algunos, a la ayuda que se les oferta?

Yo pienso que no es oro todo lo que reluce y algo se está haciendo mal, me atrevería a decir que, en ocasiones, se está utilizando a Haití. Sin ir más lejos, la canción que da título a esta entrada, sí esa misma canción que se te ha venido a la mente cuando leíste el título, en la que trabajan tantos músicos reconocidos internacionalmente. ¿Se ha destinado todo el dinero que ha producido esta canción a Haití? ¿y entonces por qué la situación, en lugar de mejorar, sigue empeorando?

Otra cuestión que me hago es cómo se reparten los alimentos, medicamentos y demás recursos que se llevan entre los haitianos. ¿Es equitativo el reparto?  ¿o es quizás esta una de las causas de la violencia y actitud reacia de muchos haitianos?

Iglesia destruida en Haití. ¿Dónde está la Iglesia en estos casos?

La situación sin duda es muy preocupante para la mayoría de los haitianos mientras, en la otra parte del país, la reservada para turistas y personalidades, disfrutan de un paraíso en toda regla, aunque, bueno, realmente, manteniendo las distancias, esto ocurre en muchos países de centro y sur de América, sobre todo los que viven del turismo.